La CNDH le entra a la elección de 2024: defiende al oficialismo y critica a la oposición
Hace apenas 20 días, Rosario Piedra Ibarra delineó el papel que la Comisión Nacional de Derechos Humanos (CNDH) desempeñaría en el proceso electoral de 2024: “Ni califica elecciones ni sanciona delitos electorales, ni pretende hacerlo”. Pero el panorama cambió.
Este lunes, en un hecho sin precedentes, el organismo presentó el Primer Informe sobre Violencia Política para la Protección y Defensa del Derecho a la Democracia, en el que emitió valoraciones positivas para el oficialismo y atribuyó actos de violencia política a la oposición.
En el informe, elaborado con base en monitoreo de notas periodísticas de la última quincena de febrero, la CNDH registró 81 incidentes de violencia política. Entre éstos destacan las “campañas negras” contra el gobierno, dejando en segundo plano los asesinatos y secuestros de candidatos.
En el informe, la comisión presidida por Rosario Piedra presentó también un “escalómetro” de 22 actos que vulneran el ejercicio democrático. En lo más alto de esta lista ubicó la alteración de resultados electorales, a la que consideró como un hecho incluso más grave que el asesinato, la desaparición forzada y la tortura, todas ellas violaciones graves que han ameritado recomendaciones de la comisión en los últimos años.

“Campañas negras” y difusión de datos sensibles
De los 81 incidentes detectados, la mayoría (39) se centran en la “divulgación de propaganda, infundios y noticias falsas”. Este tema ocupa varias páginas del informe, en las que abundan los adjetivos calificativos.
“La CNDH asume las elecciones como una expresión de soberanía nacional”, se lee casi al inicio del reporte. Y más adelante critica a organizaciones mediáticas extranjeras.
ProPublica, Deutsche Welle, Insight Crime y The New York Times fueron mencionadas por la CNDH debido a que publicaron textos en los que hacen mención a investigaciones, ya cerradas, de la Agencia Antidrogas de Estados Unidos (DEA). Las investigaciones de esa agencia destacan que existían elementos para indagar un presunto financiamiento del narcotráfico a personajes cercanos a las campañas presidenciales de Andrés Manuel López Obrador, a quien nunca se vinculó con esas acciones.
La CNDH calificó la difusión no autorizada (doxxeo) de los números telefónicos de José Ramón López Beltrán, hijo del presidente, y de las candidatas Claudia Sheinbaum y Xóchitl Gálvez como un acto de “violencia a la integridad” y “amenazas”, a pesar de que el episodio que desencadenó las filtraciones fue la difusión que hizo el presidente del número de la reportera Natalie Kitroeff de The New York Times.
En la base de datos elaborada por la CNDH, incluso se consideró más grave –según el escalómetro– la filtración del número de López Beltrán que las experimentadas por las candidatas presidenciales.

La Comisión Nacional de Derechos Humanos también señaló a figuras asociadas con la oposición, como Lorenzo Córdova, exconsejero presidente del Instituto Nacional Electoral (INE) y orador único durante la “Marcha por Nuestra Democracia” del 18 de febrero.
Sobre Córdova, el organismo planteó que hubo un “posible atentado contra la democracia” durante su intervención en la última protesta.
La CNDH afirmó incluso que durante las protestas se emplearon discursos clasistas y racistas, así como el uso de la consigna “Narco Presidente”, presuntamente difundida mediante “granjas de bots y trollcenters”.
Análisis desigual de candidaturas
El reporte de la CNDH analiza los arranques de campaña de las y el candidato a la Presidencia Claudia Sheinbaum, Xóchitl Gálvez y Jorge Álvarez Máynez.
En el caso de Gálvez, el reporte ocupa casi dos cuartillas para desglosar su discurso, señalar contradicciones y las menciones negativas que hizo al referirse a la candidata de Morena.
Según la CNDH, la candidata de la coalición Fuerza y Corazón por México “optó por el discurso de contraste” y también por “el sesgo en el manejo de su información y en el uso de denuestos y ataques personales para subrayar las diferencias”. Además, consideró que sus dichos “podrían prefigurar una invitación a la polarización y un mensaje de miedo” y calificó sus propuestas sobre seguridad como “imprecisas” y “cuestionables”.
En cambio, la CNDH dedicó cuatro párrafos a valorar positivamente el discurso de Sheinbaum y destacar que fue la única que hizo mención directa de los derechos humanos.
Resaltó positivamente que sus propuestas buscan “garantizar el derecho a la salud, a la seguridad social, a la educación y a la vivienda; la igualdad de los pueblos y comunidades indígenas y afromexicanas, y la igualdad sustantiva de las mujeres y su derecho a una vida libre de violencia”, además de que valoró que prometa mantener apoyos sociales a “las personas adultas mayores, a las personas con discapacidad, a las niñas y niños, y a los jóvenes”.
El informe dedicó sólo un párrafo a Máynez, de Movimiento Ciudadano. Ahí incluye las acusaciones que el candidato hizo sobre presuntos delitos electorales cometidos por sus adversarias, así como sus cuestionamientos a la militarización.
Pese al análisis, la CNDH sostiene que no hay un escenario polarizado en la elección. “La polarización de un país se da cuando éste se parte en dos, ya lo hemos vivido en el pasado”, indica el informe.