Trump anuncia aranceles a los autos no fabricados en EU; Sheinbaum responde
Trump consideró un descuento del 10% de aranceles a los autos fabricados en México, pero Claudia Sheinbaum no está de acuerdo.
Donald Trump, el presidente de Estados Unidos, continúa su guerra arancelaria contra el mundo. Ayer, miércoles, confirmó sus planes de imponer aranceles de hasta 25% de aranceles a las importaciones de automóviles.
“Un arancel del 25% para todos los autos que no se fabriquen en Estados Unidos” anunció desde el Salón Oval de la Casa Blanca. “Empezamos con una base de 2.5%, es en lo que estamos, y vamos al 25%”.
En el caso de las exportaciones de autos de México a Estados Unidos, estos pagarán un menor arancel –más o menos el 15%– que el resto de los países, esto debido a que se descontará el valor proporcional de las autopartes de origen estadounidense que se integran después a esos vehículos, según informó la Casa Blanca.

Esta aparente ventaja obecede también a la relación comercial entre estos tres países establecida a través del TMEC, lo cual permite que los autos sean manufacturados en países distintos para beneficiar la producción. Sin embargo, este supuesto descuento no ha sido aceptado por el gobierno de México.
La declaración que hizo el día de ayer el presidente de Estados Unidos es un preámbulo al anuncio oficial que hará sobre las medidas el próximo 2 de abril, cuando también entrarían en vigor.
“Dentro del TMEC no debe haber aranceles” respondió la presidenta Claudia Sheinbaum este jueves en su conferencia matutina desde Palacio Nacional. Anunció que ya prepara una “respuesta integral” de México a los aranceles impuestos al acero, al aluminio y a los automóviles el próximo 3 de abril, cuando las medidas sean oficiales. “Todavía hay espacio de comunicación”, insistió.
“Todavía hay espacio de comunicación, de colaboración y de negociación. somos el único país que tiene este nivel de comunicación con los Estados Unidos”.

Trump y Sheinbaum: los aranceles y la guerra comercial
La obsesión de Trump con los aranceles no sólo es recaudar más fondos públicos por medio de imponer gravámenes a todo tipo de importaciones –lo cual le permitirá recortar impuestos en otros rubros–, sino reactivar el sector industrial en Estados Unidos al obligar a las empresas a producir dentro de su territorio.
Trump también ha usado los aranceles como una herramienta de presión, sobre todo contra México y Canadá: sus principales aliados comerciales. Con el anuncio de imponerlos y después retrasarlos un mes, ya ha logrado, por ejemplo, que el gobierno de México acepte la posibilidad –y proponga una investigación– de la producción de fentanilo en el país. También logró que se intensificaran las detenciones de líderes del crimen organizado y hasta la entrega de 29 capos a la justicia norteamericana.
Pese al discurso de no permitir el injerencismo o el intervencionismo por parte de Estados Unidos a México, esgrimido por el gobierno federal, México ha cedido ante las amenazas arancelarias. En febrero, desplegó 10 mil elementos de la Guardia Nacional como parte del Operativo Frontera Norte el cual, con el fin de frenar la entrada ilegal de personas migrantes a Estados Unidos, así como el el tráfico de drogas y armas. El operativo presume mil 748 detenidos a la fecha.
La amenaza de Trump de imponer aranceles a la industria automotriz es un tema preocupa especialmente a Sheinbaum: México es el principal exportador de automóviles a Estados Unidos. Tan sólo el año pasado, 2.9 millones de vehículos fabricados México terminaron en ese país, lo cual representa un valor de 78 500 millones de dólares.

Foto: Carlos Sánchez Colunga, Cuartoscuro
México ha preferido mantener un diálogo moderado con Trump, intentando no entrar en una confrontación directa a diferencia de Canada. Este país, además de responder con aranceles del 25% sobre todo tipo de importaciones estadounidenses, también presentó una demanda formal contra Estados Unidos ante la Organización Mundial del Comercio (OMC) por esta imposición, una acción que también emprendió China.
No aceptar abiertamente la guerra arancelaria que Estados Unidos y no entrar en una confrontación directa, implica la confianza de Claudia Sheinbaum en las mesas de trabajo que su gabinete, con Marcelo Ebrard al frente, mantiene con el Departamento de Comercio de Estados Unidos desde hace meses.
Pese a ello, Sheinbaum anunció en su conferencia de esta mañana que, además de preparar una respuesta integral a los aranceles de Trump, se reunirá con representantes de la industria automotriz que opera en México para analizar los impactos de los aranceles en los próximos meses.
“Cuando dice que va a haber descuento a aquellas partes que vienen de Estados Unidos –añadió–, estamos buscando que sea el vehículo completo y a las autopartes fabricadas en México también, no sólo a las de EEUU, dado que la mayoría de las empresas automotrices del país son de capital estadounidense”.