Sonic Jungle: el rave neoyorquino que atenta contra la biodiversidad en Xochimilco
Ambientalistas denuncian que el festival Sonic Jungle Festival atenta contra la biodiversidad de Xochimilco y viola la ley ambiental.
Hace unas semanas la productora de eventos K’awiil anunció que, entre los canales de Xochimilco, en las Canchas de Zague y muy cerca del Ajolotario “El Carrizal”, se realizará el evento de música electrónica “Sonic Jungle Xochimilco Festival” el próximo 5 de abril. 30 DJ’s internacionales, barra de alcohol, venta de comida, “carpas mágicas con experiencias inmersivas únicas durante toda la noche” y “experiencias psicodélicas con sustancias enteogénicas”.
Especialistas que trabajan en la zona, sin embargo, han denunciado que este festival viola el Programa de Manejo del Área Natural Protegida de Xochimilco al tratarse de un evento masivo con un impacto considerable en un área ecológicamente lastimada por el turismo y la urbanización no regulada.

A través de un comunicado, la Comunidad Independiente de Manejo Ambiental A.C. (CIMA AC), un grupo multidisciplinario de académicos que emprende acciones de conservación del ajolote en la zona a través del Santuario del Ajolote, emitió un comunicado en que denuncia a la productora del rave por violar la ley ambiental y afectar el ecosistema:
“¿Es necesario destruir Xochimilco para celebrar una fiesta? ¿No hay otro lugar, en este vasto país, donde “Sonic Jungle LLC y Kawiil” puedan organizar su evento sin causar semejante daño? Su justificación económica es una burla, una vil excusa que antepone el dinero al bien común, a la preservación de un patrimonio invaluable. Las ganancias no pueden justificar la destrucción de un ecosistema protegido. ¡Es una falta de ética imperdonable! La ley es clara: eventos masivos como este están prohibidos en Xochimilco. ¿Por qué, entonces, se permite esta flagrante violación? ¿Acaso la corrupción ha echado raíces tan profundas como para silenciar la voz de la justicia y la conciencia? La complicidad de las autoridades ante este ecocidio es una herida abierta en la confianza ciudadana.
Entrevistado por Reforma, Saúl Alcantara, especialista del Consejo Internacional de Monumentos y Sitios (Ícomos), advirtió como un error por parte de las autoridades no pronunciarse contra eventos de este tipo en Xochimilco. Destacó que Xochimilco se trata, además, de una zona declarada Patrimonio Cultural de la Humanidad por la UNESCO y Zona de Monumentos Históricos que debería de ser resguardada: “El Instituto Nacional de Antropología e Historia debería expresarse”.
Xochimilco es un área vulnerable. Se trata de un ecosistema único en donde habitan árboles endémicos como el ahuejote o las casuarinas, además de especies en peligro de extinción como el ajolote, la rana de Tláloc o el pato mexicano.
Se trata de una de las últimas reservas ecológicas de la capital en donde todavía habitan liebres, zorrillos, ranas cencuate, culebras de agua, tilapias, garzas, gallaretas, búhos, halcones. Animales que se verán afectados por un evento de altos decibeles.
El evento de música electrónica Sonic Jungle Xochimilco Festival preocupa, además, por su horario nocturno. Xochimilco es una zona silenciosa por las noches y la música impactará sobre todo a especies de hábitos nocturnos como los murciélagos magueyeros, uno de los principales polinizadores de la zona y cuyo vuelo depende de su radar sonoro. O los tlacuaches, una especie que suele hacer rondas nocturnas por la zona.

Sonic Jungle es un festival que nació de las fiestas electrónicas de Nueva York y que comenzó a girar por todo el mundo. De acuerdo a su discurso de marketing se trata de una “plataforma de experiencias” que busca “transformar la manera en que las personas se conectan a través de la música, el arte y las ceremonias”.
A su primera edición en México, en 2023, acudieron 750 personas. El año pasado, en la Ex Hacienda de San Pablo de En Medio, Estado de México, el festival tuvo un aforo para 1,500 personas. Esta vez, en Xochimilco, Sonic Jungle prevé tres escenarios situados en una chinampa y 30 DJ’s; habrá barra de bebidas alcohólicas, sanitarios y venta de comida. Según los organizadores, el evento está diseñado para minimizar su impacto ambiental.

A ecologistas de la zona y académicos de la UNAM les preocupa también lo que implica gestionar un festival de esta naturaleza: el transporte de equipo, personal y asistentes. Desde hace unos años, por ejemplo, para atender la demanda de eventos de este tipo y la apertura de nuevos restaurantes en el área se han comenzado a multiplicar las trajineras de motor.
A diferencia de las trajineras tradicionales, que aprovechan la corriente y se impulsan y manejan con largas pértigas, las trajineras motorizadas generan derramas de combustible que alteran la acidez del agua lo cual disminuye la capacidad reproductiva de los ajolotes y otras especies.
El Sistema Lacustre de Ejidos de Xochimilco y San Gregorio Atlapulco fue declarado Sitio Ramsar en 2024. Los sitios Ramsar son áreas protegidas a través de la Convención sobre los Humedales de Ramsar, un tratado internacional firmado por México en Gland, Suiza, que intenta proteger los humedales por su importancia en la regulación climática.
El Santuario del Ajolote insiste en que Sonic Jungle es un evento que se celebrará gracias a irregularidades en los permisos ambientales pues no hay registro de estudios de impacto ecológico actualizados entregados por el festival, ni medidas de mitigación para proteger a las especies que habitan la zona, 32 de ellas endémicas.




