Semarnat autoriza el derribo de 261 hectáreas de selva para estación de carga del Tren Maya
La construcción de una nueva estación de almacenamiento para el Tren Maya prevé el desmonte de 261 hectáreas y pone en riesgo a especies de fauna.
Una nueva estación de carga para el Tren Maya será construida en Cancún, para la cual la Secretaría de Medio Ambiente y Recursos Naturales (Semarnat) ha autorizado el desmonte (derribo) de 261 hectáreas de selva, territorio equivalente a un campo de fútbol por hectárea, denunció la organización civil Greenpeace.
Y es que el fin de semana se anunció la autorización para este plan de desmonte de selva para obras del Tren Maya, con una inversión de 7 mil millones de pesos por trabajos que se llevarán hasta 18 meses, de acuerdo con información obtenida por la revista Proceso.

Pese a que la misma Semarnat admitió en abril pasado daños ambientales derivados de la construcción del Tren Maya y prometió un plan de restauración, ahora avaló la construcción de la estación multimodal en Cancún, destinada al almacenamiento de insumos, lavado de locomotoras y alojamiento para una tropa de la Guardia Nacional. Esta terminal conectará con los tramos 4 y 5.
Impacto ambiental, justificación con “medidas de mitigación”
Fábrica de Periodismo revisó la Manifestación de Impacto Ambiental de la estación multimodal, la cual prevé sólo destinar un 15% de su presupuesto para “medidas de prevención, mitigación y/o compensación”, mientras que el resto de destinará mayoritariamente a la preparación del terreno y la construcción de 28 instalaciones como parte de la estación multimodal.



De acuerdo con los trabajos de muestreo de flora y fauna, se identificaron 69 especies arbóreas entre las que se encuentran el Guano de costa (Thrinax radiata), el Tsiimin che’ (Dendropanax arboreus), el Palo mulato (Bursera simaruba), el Tsalam (Lysiloma latisiliquum), el Cheechem (Metopium brownei) y el Aguacatillo (Nectandra salicifolia).
Mientras que el trabajo de campo detectó 82 especies de vertebrados terrestres (siete anfibios, 11 reptiles, 57 aves y 7 mamíferos). Figuran once especies bajo algún régimen de protección como la rana leopardo, el pájaro carpintero pico plateado, perico pecho sucio, el colorín sietecolores, el ave maulladora negra, el pavo ocelado, la iguana verde y la iguana de cola espinosa.





“Este proyecto contempla la elaboración y aplicación de un Programa de rescate y ahuyentamiento de fauna silvestre. Con ello, se concluye que la ejecución de este proyecto no comprometerá ni afectará a la biodiversidad del Sistema Ambiental (SA) siempre y cuando se ejecuten las medidas de mitigación propuestas para este estudio”, así justificó la empresa promovente Tren Maya la irrupción en el ecosistema de dichas especies.
Organizaciones alertan sobre los riesgos
“Esta fase amenaza con consolidar un modelo extractivista que pone en grave riesgo la biodiversidad, los territorios indígenas y el equilibrio ecológico de toda la región”, advierte Greenpeace al conocer del plan de construcción de la terminal de carga, la cual pondría en riesgo a diversas especies de fauna, entre ellas el pavo ocelado, ave endémica de la región.

La denuncia, calificada como un ecocidio por activistas, se suma a otras en las que se señala a autoridades de edificar priorizando el desarrollo sin considerar el impacto ambiental y el desplazamiento de comunidades. Es el caso de Camino Puerta al Mar, un megaproyecto turístico a cargo de la Secretaría de la Defensa Nacional (Sedena) ubicado en la Reserva de la Biosfera de Sian Ka’an, cuya información ha sido ocultada a la Organización de las Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura (Unesco).