Un ex agente de la CIA fue sentenciado por depredar sexualmente a 28 mujeres
Jeffrey Raymond aprovechó su posición como agente de la CIA para drogar y abusar de una veintena de mujeres durante 14 años.
El ex agente de la Central Intelligence Agency (CIA), Brian Jeffrey Raymond, ha sido condenado a treinta años de prisión tras encontrarse culpable de diversos cargos de agresión sexual, cometidos entre 2006 y 2020, mientras se desempeñaba como agente de inteligencia y diplomático.
La historia de los abusos se destapó el 31 de mayo de 2020, cuando una mujer desnuda gritó pidiendo auxilio desde lo alto de un balcón, en un departamento de la Ciudad de México, la mujer no recordaba nada después de haber cenado con Raymond, incluso no recordaba sus propios gritos de ayuda; según una entrevista hecha por las autoridades, recobró el conocimiento hasta haber “despertado” dentro de una ambulancia.
Esos gritos fueron los primeros indicios que develaron un escándalo aún mayor y un patrón de depredación sexual: Raymond regularmente salía con mujeres que conocía en las aplicaciones de citas Tinder y Bumble, las llevaba a su departamento –pagado por el gobierno de Estados Unidos–, allí les daba quesos, frutas, bebidas como tequila o mezcal (todo adulterado con drogas) y ya vulnerables, cometía los abusos.
Un informe del Regional Computer Forensics Laboratory (RCFL) fechado en 2021 detalla que durante el proceso contra Raymond, agentes de la ley encontraron en sus dispositivos archivos que mostraban a la veintena de mujeres inconscientes y desnudas; así como búsquedas sobre mujeres inconscientes y efectos de medicamentos para dormir.
Los documentos judiciales del caso 1:21-cr-00380-CKK-MAU revelan que el acusado se jactaba (vía chats) de haber cometido los abusos con una persona (denominada en los documentos como Testigo 1) y que videograbó a sus víctimas en Ciudad de México, Washington, Virginia, Maryland y en otras ciudades no reveladas.

FOTO: Case 1:21-cr-00380-CKK-MAU
Raymond admitió los crímenes mediante un acuerdo de culpabilidad y tuvieron que pasar cuatro años desde la revelación para que una Corte de Distrito le sentenciara a treinta años de cárcel.
“La sentencia de hoy asegura que el acusado será debidamente marcado como delincuente sexual y pasará una parte sustancial del resto de su vida tras las rejas”, indicó el fiscal Matthew M. Graves. La sentencia incluye también un pago por reparación del daño a cada víctima y libertad vigilada cuando cumpla su sentencia.