Silvano Aureoles continúa prófugo; cuatro de sus colaboradores van al Reclusorio Oriente

Malversación de fondos, lavado de dinero, administración fraudulenta y asociación delictuosa: esos son los delitos por los cuales se ha girado una orden de aprensión contra el perredista Silvano Aureoles Conejo, ex gobernador de Michoacán y a la fecha prófugo de la justicia.

Aunque existen 22 denuncias penales contra la administración de Aureoles Conejo, la orden de aprehensión se deriva de la denuncia realizada en 2021 por el gobernador morenista Alfredo Ramírez Bedolla en torno a siete cuarteles de la policía estatal y de la Guardia Civil ubicados en Apatzingán, Lázaro Cárdenas, Coalcomán, Jiquilpan, Zitácuaro, Uruapan y Huetamo, los cuales fueron construidos entre 2015 y 2021 (periodo en que Aureoles se desempeñaba como gobernador de Michoacán) a un sobreprecio de más de 5 mil 186 millones de pesos, asignados de manera directa, aunque fueron registrados como si se tratara de arrendamientos y en los hechos las obras quedaron inconclusas.

Como gobernador, Silvano Aureoles se caracterizó por sus gastos excéntricos. Apenas salió del cargo, medios de comunicación exhibieron los millones de pesos del erario público gastados en rentar helicópteros para uso personal –allí transportaba a su familia y amigos–, jets privados y “aeronaves sigilosas”.

Y mientras la Fiscalía General de la República se afana en rastrear el paradero del exgobernador, cuatro colaboradores cercanos cayeron el pasado sábado, 1 de marzo.

A las seis de la mañana, elementos de la Fiscalía General de la República detuvieron a Mario Delgado  Murillo, ex delegado de Finanzas de la Secretaría de Seguridad Pública de Michoacán, en una casa de la colonia Vista Bella, en Morelia. 

A las 7.50 de la mañana, en Morelia, fue detenida Elizabeth Villegas, ex delegada administrativa de esa misma corporación.

Horas después, poco antes de las 10 de la mañana, Carlos Maldonado Mendoza, quien se desempeñó como secretario de Finanzas del gobierno de Aureoles, fue detenido en la Terminal 2 del Aeropuerto Internacional de la Ciudad de México.  

José Antonio Bernal Bustamante, exsecretario de Seguridad Pública del estado, fue detenido en el Estado de México, en el municipio de Zinacantepec, mientras circulaba en su automóvil.

Los cuatro exfuncionarios fueron enviados al Reclusorio Oriente en la Ciudad de México y presentados ante una jueza de distrito para definir su situación legal.  Enfrentan cargos por enriquecimiento ilícito, ejercicio indebido del servicio público, tráfico de influencias, cohecho, peculado, asociación delictuosa, delincuencia organizada y operaciones con recursos de procedencia ilícita.

Por su parte, Alfredo Ramírez Bedolla, el actual gobernador de Michoacán, explicó recientemente que las denuncias que presentó contra Aureoles por desvío de recursos las inició hace dos años y medio cuando inició su mandato y descubrió un “desastre financiero” en el estado. “Estábamos en quiebra”, declaró en entrevista con Ciro Gómez Leyva, “tenía casi tres meses que no le pagaban a los maestros”.

Esta mañana, en su conferencia diaria y ante las preguntas sobre estas recientes detenciones y el rumor de que Silvano Aureoles habría sido detenido, la presidenta Claudia Sheinbaum Pardo respondió que el gobernador sigue en calidad de prófugo y que, en todo caso, “no es un asunto del gobierno federal ni de la presidenta; es un asunto de la fiscalía frente a una denuncia que se presentó hace años (…). No tengo más información que la que ha salido en los medios”.

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